El pH del agua es un término que a simple vista parece muy técnico, muy científico. Pero lo cierto es que este indicador, que no siempre conocemos ni tenemos en cuenta, tiene una gran influencia en el agua que bebemos. ¿Quieres saber por qué? Te contamos de qué se trata para que entiendas el valor del pH del agua en el AMN que consumes, para poder tomar
Quizás hayas notado que, hace algún tiempo, se empezó a escuchar que el pH es un valor relevante. Este número sirve para clasificar los líquidos en función de su acidez y su alcalinidad, y puede ser un factor decisivo a la hora de elegir un agua por sobre otra cuando hacemos nuestras compras. Esta decisión, como ya sabemos, es muy importante ya que puede tener efectos significativos en nuestra salud. Lee más para saber por qué el pH del agua cumple un rol esencial.
¿Qué es el pH?
Para entender por qué es tan relevante, empecemos por definir qué es. Como hemos dicho, el pH es el Potencial de Hidrógeno, una medida que es utilizada para medir el grado de acidez o alcalinidad de una disolución, en otras palabras, la concentración de hidrogeniones (iones positivos de Hidrógeno). El pH se calcula a través de una fórmula matemática que indicará que el objeto de análisis será más ácido cuanta más actividad de hidrogeniones exista. A menor actividad, la muestra será más alcalina. Para medirlo se utiliza una escala de 1 a 14, donde 1 es el valor de mayor acidez y 14 el de más alcalinidad. El 7, por lo tanto, dará cuenta de un pH neutro.
Según el pH que presentan, los líquidos se dividen en 3 categorías según su pH: ácido (0-6 pH), neutro (7 pH) y alcalino (8-14 pH). Por debajo de 7, un líquido es considerado ácido, como el café (que tiene un pH de 5) o el jugo de limón (que tiene un pH de 2,5). En el otro extremo de la escala, los líquidos alcalinos pueden tener un pH de 12 como el agua caliza. Para que el agua sea potable, su pH debe estar entre el 6,5 y el 9,5.
En el cuerpo humano también es posible medir el pH a través de la sangre, orina y saliva, para saber si se cuenta con un nivel equilibrado de acidez y alcalinidad. En sangre, el pH debe oscilar entre 7.35 y 7.45 y para conseguir esos estándares es clave poner el ojo en la nutrición y los hábitos cotidianos. Idealmente, para obtener un pH adecuado en nuestro cuerpo, la dieta debe estar compuesta de un 20% a 25% de alimentos ácidos y de un 75% a 80% de alimentos alcalinos.
Como veníamos diciendo, hay hábitos nutricionales y cotidianos, ajenos al consumo de agua, que también afectan el pH del cuerpo. A nivel nutricional, el excesivo uso de la sal y el azúcar refinado y el sobreconsumo de productos procesados, así como el estrés y la falta de sueño, también tienen efectos negativos en la salud, dada la sobreproducción de ácido en sangre.
El pH en el agua potable
El pH del agua es un indicador que las compañías que suministran agua potable siempre revisan para saber si esta es ácida o alcalina. En la escala de pH de 0 a 14, el agua debería situarse en un punto medio. Teniendo en cuenta esto, se dice que el agua pura tiene un pH de 7, pero los especialistas señalan que el agua potable debería situarse en el rango entre 6,5 y 9,5. Según la Unión Europea y su normativa que trata la calidad de las aguas que están destinadas al consumo humano, estos números son correctos.
El pH del agua potable es muy importante, ya que permite conocer la alcalinidad del agua y su capacidad de neutralizar ácidos. Esto es clave para prever si dicha agua tendrá un pH volátil que cambiará durante todo el proceso. Para analizar esto, se realizan diversas pruebas y estudios en los que se evalúan los indices de alcalinidad.
Los beneficios del agua alcalina
Si eres de los que siempre está siguiendo las últimas tendencias en salud, debes haber escuchado de las dietas alcalinas. Como bien indica su nombre, estas consisten, principalmente, en consumir más alimentos alcalinos que ácidos en la dieta. Por supuesto, teniendo en cuenta que el agua que consumimos (ya sea en formato líquido o integrado en los alimentos) es el elemento más fundamental de cualquier dieta, esta condición también replica a la hora de elegir el agua, porque podemos encontrar, dentro del rango de agua potable, algunas que son ácidas y otras que son alcalinas.
Se suele decir que el agua alcalina es buena para la salud. ¿Por qué? En términos generales, el consumo del AMN alcalina ha demostrado muchos efectos positivos en la salud y el bienestar. Entre ellos, los siguientes:
Elimina toxinas del cuerpo
El consumo diario de agua alcalina en cantidades correctas tiene una ventaja principal, y es esta. Gracias a la eliminación de toxinas del cuerpo, previene enfermedades gastrointestinales, problemas digestivos, ayuda la circulación sanguínea, etc. Limpiar el cuerpo de toxinas diariamente tiene beneficios positivos vitales a largo plazo.
Previene la reducción de salud ósea y muscular
El consumo de agua alcalina hace que la relación entre el sodio y el potasio esté equilibrada. ¿En qué resulta eso? En general, en una prevención del envejecimiento prematuro, y de la pérdida de salud ósea y muscular (sobre todo en edades adultas). Desde hace años que la comunicación entorno a el agua alcalina se centra en la prevención o para hacerle frente a la osteoporosis, por ejemplo.
Contrarresta la acidez gástrica
El agua alcalina puede conseguir contrarrestar los efectos que la acidez que provoca en nuestro organismo una alimentación poco equilibrada o un ritmo de vida por demás intenso. Para las personas que sienten un exceso de acidez gástrica al momento de hacer la digestión, un agua con un pH levemente mayor podrá hacerlas sentir algo mejor.
Mejora el tránsito intenstinal y la digestión
Un agua alcalina también está relacionada con una mejora en el tránsito intestinal y de la digestión general y además se la relaciona con la prevención del envejecimiento prematuro. Un agua potable con un pH por encima de 7 también promueve la oxigenación celular y combate los radicales libres que podrían ser los causantes del envejecimiento de nuestras células. El agua con pH alcalino también es la más indicada para combatir la retención de líquidos porque ayuda a eliminar esas sustancias que hacen que el sistema urinario funcione mal. Lo mismo sucede frente a la osteoporosis o a la hora de prevenirla y para quienes tienen problemas de ácido úrico.
Ayuda la pérdida y el mantenimiento de peso
Neutralizando los componentes ácidos en el cuerpo, el agua alcalina reduce el almacenamiento de grasa en el organismo. Y es que un cuerpo con un nivel de pH equilibrado, puede perder peso con más facilidad (claro está, acompañado de hábitos alimentarios y de actividad física correctos y correspondientes).
Revierte la deshidratación y el cansancio
Sobre todo si se trata de deportistas de alto rendimiento, beber AMN alcalina, gracias a su concentración alta de electrolitos, ayuda a evitar y/o revertir el proceso de deshidratación y el cansancio.
El agua mineral natural de Peñaclara
El pH es solo uno de los aspectos relevantes en el agua que bebemos. Elegir un agua mineral natural como la que ofrecemos en Peñaclara implica cuidar nuestra salud al elegir un producto se caracteriza por su pureza original, ya que llega a nosotros tal y como se encuentra en la naturaleza.
El agua mineral natural Peñaclara es un agua de origen subterráneo, protegida de todo tipo de contaminación y con una composición constante en minerales que le confieren propiedades favorables para la salud. Además, posee un pH alcalino de 7,6. Además de su pureza original y naturalidad, el agua Peñaclara es una bebida esencial para reponer esa cantidad de agua que nos hace falta. Por su pH alcalino, sus oligoelementos y su idónea concentración y su interacción con el metabolismo humano, está repleta de propiedades terapéuticas.
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