Puede parecer una pregunta obvia, que superamos en el colegio, pero lo cierto es que en muchas ocasiones las respuestas a este tipo de cuestiones se nos difuminan o incluso se nos olvidan. Este interrogante aparece especialmente durante el verano, ya que muchas personas viajan a la costa a pasar unos días de relajación en, exactamente, el mar.

En la playa, sin trabajo en el que pensar, puede aparecer, mientras nos damos un chapuzón o tragamos agua sin querer, esta pregunta: ¿por qué el agua del mar es salada? En Peña Clara no nos hemos ido todavía de vacaciones, así que vamos a dedicar este post a responder a ella para que, cuando tengas la suerte de estar tumbado/a en una toalla a la orilla del mar y lo mires, sepas por qué es como es. ¡Vamos por partes!

 

 

¿A qué se debe la sal?

El agua de mar es salada por su concentración (bastante alta) de sales minerales, que llegan cuando los ríos desembocan en él. Esta característica tan propia viene dada, en realidad, por los ríos, que no son realmente salados si pruebas su agua. Cada litro de agua, siendo exactos, contiene 35 gramos de sales que provienen de la erosión de las rocas al paso del río que, poco a poco, se ha ido acumulando en el mar, provocando ese aumento de la salinidad. Le debemos esta teoría y descubrimiento al científico Edmund Halley.

Ahora bien, ¿por qué ocurre este proceso? Hay que desplegar un poco más la explicación para ver que cuando el ácido carbónico, un compuesto químico presente en el agua de lluvia con la capacidad de erosionar las rocas, entra en contacto con las rocas es cuando se produce la reacción. Todos los iones que quedan acaban en el propio río y, con la corriente, en mares y océanos, generando ese sabor salado tan característico.

Como se puede ver, el agua salada es mucho más compleja de lo que pensamos: contiene más de 80 de los 118 elementos de la tabla periódica, por lo que es uno de los recursos minerales más importantes para el funcionamiento de nuestro organismo. Algunos de estos elementos son:

• Compuestos químicos (cloro, sodio, magnesio, potasio, bromo, calcio, boro, flúor, etc.).
• Oligoelementos (hierro, manganeso, cobre, yodo, silicio o fósforo).
• Zooplacton y fitoplacton.

 

Beneficios del agua salada

Siempre se dice que bañarse en el mar tiene enormes beneficios para nuestro cuerpo, y no hablamos solamente de la ayuda que el movimiento de las olas aporta a nuestra circulación, sino de todas estas ventajas que puedes conseguir un día de playa:

• Regula la presión arterial.
• Elimina la excedencia de acidez de las células corporales, y ayuda a que estas se regeneren.
• Ayuda a cicatrizar
• Limpia los pulmones de mucosidad.
• Ayuda con resfriados o congestiones nasales.
• Ayuda a fortalecer los músculos y los huesos.
• Regula el sueñ

 

¿De qué depende la salinidad del mar?

Aunque ya hemos dado algunas pistas, veamos más a fondo qué hace que el agua sea salada, además de la erosión de las rocas:

La evaporación del agua del mar. El sol, sobre todo en zonas muy cálidas, causa la evaporación de toneladas de agua de la superficie oceánica, haciendo que aumente la salinidad en el líquido que queda, ya que las sales no se evaporan. Es posible incluso que, en una misma zona, la salinidad varíe dependiendo de la estación del año en la que se encuentre ese mar u océano, pues le dará más o menos sol.

Hay que tener en cuenta las latitudes. Siguiendo el principio de la evaporación de agua por el sol, es normal encontrar una mayor salinidad en zonas tropicales (más cálidas) que en zonas de latitudes elevadas, donde las temperaturas son inferiores y es más difícil que el agua se evapore.

Flujos de agua dulce. Los niveles de sal de un mar también dependen de la cantidad de aporte de agua dulce que tenga, tanto en forma de de precipitaciones o de flujos fluviales. La salinidad que podremos encontrar en la desembocadura de un río, por ejemplo, no será la misma que veamos mar adentro. En los mares polares la salinidad también tiende a ser menor, ya que el agua salada se mezcla con el agua agua dulce de los casquetes polares y de las precipitaciones.

La profundidad del océano. El agua más cercana a la superficie es mucho más salina que la que podemos encontrar a mayor profundidad porque, cuanto ‘más abajo’ estemos, menos temperatura habrá. Este hecho influye directamente en los compuestos que forma la salinidad, ya que ‘prefieren’ las temperaturas altas.

También influyen, aunque en menor medida, las corrientes marinas y el oleaje, que mueven el mar y mezclan sus sales  horizontal y verticalmente.

 

¿Todos los mares son igual de salados?

La respuesta rápida es ‘no’, pero no queremos dejarte con la intriga, así que vamos a explicar un poco porqué. La causa principal, además de las que acabamos de comentar, es que la salinidad varía en función de las distintas latitudes del planeta. Mayor concentración de energía solar (o calor) habrá más concentraciones de sales en el mar u océano. En el Ártico, por ejemplo, apenas hay sal en los mares de la zona (tampoco hay mucha vida en general debido a lo mismo), pero también está el caso del Mar Báltico, en el que su salinidad también es baja por las grandes precipitaciones que presenta el lugar.

Si quieres sorprender a todo el mundo con un dato curioso y parecer interesante, apunta esto: el mar Rojo es el más salado de todos. No, no es el mar Muerto porque, en realidad, no es un mar, es un lago, así que entra en otra categoría. El mar Rojo tiene un gran nivel de evaporación y muy pocas precipitaciones, características que, como hemos comprobado, aumentan su nivel de sales. Mira la diferencia entre la salinidad de mares y océanos de estos ejemplos:

 

 

No queremos dejar este tema sin comentar el caso del mar Báltico, cuya salinidad llega a los 6-18 gramos por litro, lo que lo convierte no en un mar de agua salada, sino de agua salobre. El Caspio y el famoso mar Muerto son en realidad lagos, por lo que no se les puede considerar mares salados. Eso no quita que sean 2 de los lugares del planeta con mayor concentración de salinidad. El Caspio tiene unos 12 gramos por litro (también es de agua salobre) y el Muerto varía entre 350 y 370 gramos por litro, unos niveles muy superiores a los del agua de mar debido a su hipersalinidad y a su distinta composición salina.

 

¿Se puede desalinizar el agua de mar?

Desalinizar o desalar el agua es el proceso por el que se obtiene agua potable a partir del agua salada. Esto significa que sí es posible desalar el agua del mar para cubrir la necesidad de agua potable en poblaciones con difícil acceso a agua dulce. Hay que tener en cuenta que, aunque nuestro planeta ‘azul’ es 2 terceras partes agua, solamente el 1% es apta para el consumo humano, por lo que los procesos de desalación pueden ser fundamentales para la supervivencia de grupos humanos con nulo acceso a agua potable.

Para ello se recurre al método de ósmosis inversa, capaz de reducir los niveles de sal en el agua. Funciona aplicando presión sobre el líquido salado para fijar las partículas de sales disueltas en una membrana semipermeable. Aunque es el método más utilizado, existen otras formas de desalinizar el agua, como:

• Congelación. Se congela el agua y se pulveriza para generar cristales de hielo sobre la salmuera. Acto seguido se separan y se obtiene agua dulce.
• Destilación. Se calienta al agua hasta llevarla a evaporación, se condensa y se extrae agua dulce.
• Evaporación relámpago. Consiste en introducir el agua a cuentagotas en una cámara cuya presión de saturación es baja. Estas se acabarán convirtiendo en vapor, que se condensara y, finalmente, se obtendrá el agua sin sal apta para el consumo.

 

¿Qué pasa con el Mar Muerto?

Aunque ya hemos aclarado que el mar Muerto no es el más salado del mundo porque no es un mar, es sin duda el más famoso de todos, ya desde su aparición en algunos pasajes de la Biblia. Sea como fuere, su fama está justificada, ya que, situado a más de 400 metros por debajo del nivel del mar (lo que lo convierte en el punto más bajo de la Tierra) y entre Israel y Jordania. No tener un desagüe hace que la evaporación sea la única forma de que el agua ‘salga’, cosa que causa esa inmensa cantidad de minerales y sales en su composición.

 

Y ahora, para cerrar el artículo, vamos a comentar algunas curiosidades más del lago más famoso del mundo, con perdón al lago Ness:

• El mar Muerto es el lago más salado del mundo y, debido a esos niveles, muy pocos seres pueden habitar sus aguas. Solo algunos organismos microscópicos han conseguido sobrevivir a en este entorno de sal.
• A pesar de no ser un mar, es casi 9 veces más salado que cualquiera del planeta.
• Sus dimensiones son de unos 70km de largo y 18 km de ancho, extendiéndose sobre el Valle del Jordán.
• La descomunal cantidad de sal de este lago provoca que cualquier persona puede flotar en él.
• Su baja composición de rayos UV, los minerales del agua y la poca concentración de alérgenos en la atmósfera convierten la zona en un lugar con cualidades medicinales.
• Si no te gusta o te aburre el nombre ‘mar Muerto’, puedes llamarlo de 7 formas distintas: mar pestilente, mar del Diablo, lago de Asfalto, mar Salado, mar de Arabá, mar de Sodoma y mar de Lot.
• En un día de fuerte calor veraniego pueden llegar a evaporarse hasta 7.000.000 de toneladas de agua. De ahí que nunca aumente el nivel de agua.

 

Como ves, el agua de mar tiene enormes beneficios para nuestro organismo: desde mejorar la circulación hasta cicatrizar heridas o fortalecer los músculos. Sin embargo, y pese a todas las cosas buenas que nos da, es el agua dulce la que nos mantiene con vida y nos permite estar sanos por dentro y por fuera.

Hoy en día, más que nunca, debemos valorar y apreciar poder tener agua embotellada de calidad como la de Peña Clara a nuestro alcance.

El Agua Mineral Natural de Peñaclara es de origen subterráneo, por lo que está protegida en todo momento de la contaminación y cuenta con una composición constante en minerales que le confieren propiedades favorables para la salud. Si quieres descubrir más sobre cómo tratamos la mejor agua de la Rioja o quieres ser distribuidor, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo, que te informará de los procedimientos a seguir.