La deshidratación en niños es un tema muy importante, sobre todo mientras van llegando los días de calor, ya que con los cambios en las temperaturas, tus pequeños pueden acabar perdiendo más fluidos de los que ingieren. Ya sea por enfermedad, calor excesivo o simplemente por no beber suficiente agua, la deshidratación puede parecer algo simple de solucionar, sin embargo, puede conducir a complicaciones graves si no se trata a tiempo.
¿Qué es exactamente la deshidratación?
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua y sales minerales (electrolitos como sodio y potasio) de las que ingiere. Recordemos que el agua desempeña un papel crucial en nuestro cuerpo, ya que ayuda a mantener la temperatura, lubricar las articulaciones, transportar nutrientes e incluso eliminar los desechos.
Por su parte, los electrolitos también son fundamentales, ya que ayudan a regular los niveles de agua en el cuerpo, equilibrar el pH y asegurar el correcto funcionamiento de los músculos y el sistema nervioso. Cuando los niveles de agua y electrolitos disminuyen, el cuerpo empieza a tener dificultades para funcionar correctamente, lo que se refleja en una serie de síntomas que nos pueden alertar sobre la deshidratación.
¿Por qué ocurre la deshidratación en niños?
Los niños son más propensos a deshidratarse que los adultos por varias razones. En primer lugar, su cuerpo es más pequeño y su sistema de regulación de la temperatura aún no está completamente desarrollado. Además, a menudo se olvidan de beber agua, especialmente cuando están jugando o están enfermos. Finalmente, algunas enfermedades comunes en la infancia, como las gastroenteritis, pueden causar vómitos y diarrea, lo que aumenta la pérdida de agua y electrolitos.
A continuación, te explicaremos más en detalle cuáles son las causas más comunes de deshidratación en niños, los síntomas y señales de alerta que debes tener en cuenta, el impacto de la deshidratación en su salud, las posibles consecuencias a largo plazo y cómo puedes prevenirla. También hablaremos de la importancia de buscar atención médica temprana en casos de deshidratación.
Causas comunes de la deshidratación en niños
La deshidratación en los niños es un problema que puede surgir por diversas razones. Es importante conocer las causas más comunes para poder prevenirla y tratarla de manera oportuna. Aquí te mencionamos algunas de ellas.
1. Falta de ingesta de líquidos
La causa más obvia de la deshidratación es la falta de ingesta de líquidos. Esto puede ser debido a que el niño no tiene acceso a agua potable, se olvida de beber, o simplemente no le gusta el sabor del agua. En algunos casos, el niño puede negarse a beber debido a enfermedades que causan dolor al tragar.
2. Enfermedades que causan vómitos y diarrea
Las enfermedades que causan vómitos y/o diarrea, como la gastroenteritis, son una causa frecuente de deshidratación en niños. Cuando un niño tiene vómitos o diarrea, pierde grandes cantidades de agua y sales minerales, lo que puede llevar rápidamente a la deshidratación.
3. Sudoración excesiva
La sudoración excesiva, ya sea por fiebre alta, actividad física intensa o clima muy caluroso, también puede causar deshidratación en los niños. Es importante asegurarse de que los niños beban suficientes líquidos cuando están sudando mucho para reemplazar los que están perdiendo.
4. Diabetes no diagnosticada
La diabetes no diagnosticada puede ser una causa de deshidratación. En los niños con diabetes, el cuerpo utiliza más agua para eliminar el exceso de azúcar en la sangre a través de la orina, lo que puede llevar a la deshidratación.
Estas son solo algunas de las causas comunes de la deshidratación en los niños. Es importante recordar que cualquier cosa que disminuya la ingesta de líquidos o aumente la pérdida de agua del cuerpo puede llevar a la deshidratación.
Si sospechas que tu hijo puede estar deshidratado, es importante buscar atención médica de inmediato. Recuerda que la deshidratación puede ser muy seria, pero también es muy prevenible. Así que asegúrate de que tu hijo tenga siempre acceso a agua potable y recuerda animarlo a beber regularmente, especialmente cuando esté enfermo o durante los días de calor.
Por último, si tienes alguna preocupación sobre la hidratación de tu hijo o si notas que está mostrando signos de deshidratación, no dudes en consultar a un profesional de la salud. Ellos estarán encantados de responder a tus preguntas y de brindarte la orientación necesaria para mantener a tu hijo hidratado y saludable.
Síntomas y señales de alerta de la deshidratación en niños
A continuación, te contamos cómo identificar los síntomas y señales de alerta de la deshidratación en los niños. Sabemos que como padres, uno de nuestros principales trabajos es asegurarnos de que nuestros pequeños estén sanos y seguros, y saber reconocer los síntomas de la deshidratación es una herramienta esencial en nuestra caja de herramientas de crianza.
¿Qué buscar?
La deshidratación en los niños puede presentarse de varias formas. Sin embargo, hay algunos signos y síntomas comunes que pueden indicar que tu hijo necesita agua adicional. Aquí te los presentamos:
- Boca y labios secos: Esto puede ser un signo temprano de deshidratación. Si notas que la boca de tu hijo está seca o que sus labios están agrietados, podría ser un indicativo de que necesita beber más agua.
- Orina oscura o de olor fuerte: La orina puede ser un indicador muy útil de los niveles de hidratación de tu hijo. Si notas un cambio en el color o el olor de la orina de tu hijo, es posible que esté deshidratado.
- Disminución de la energía y somnolencia: Los niños tienden a tener mucha energía, pero si están deshidratados, es posible que estén más cansados de lo normal.
- Ojos hundidos: Esta es una señal más grave de deshidratación y requiere atención médica inmediata.
¡Presta atención!
Es fundamental prestar atención a estas señales de alerta. Si sospechas que tu hijo puede estar deshidratado, es importante actuar con rapidez. La deshidratación puede ser peligrosa, especialmente en niños pequeños y bebés.
Recuerda, los niños pequeños no siempre pueden comunicar sus necesidades de la misma manera que los adultos. Puede que no te digan que tienen sed, por lo que es esencial que prestes atención a estas señales de deshidratación.
Consejo de los expertos
Los pediatras recomiendan que los niños beban al menos seis a ocho vasos de agua al día para mantenerse hidratados. Y recuerda, las necesidades de agua de cada niño pueden variar dependiendo de su nivel de actividad física, su salud general y el clima en el que viven. En caso de que los niños se mantengan muy activos físicamente o estés ante días muy calurosos, además de prestar atención a su hidratación, también tendrás que estar atento a los síntomas del golpe de calor, para así garantizar su bienestar.
El impacto de la deshidratación en la salud de los niños
La deshidratación en niños puede tener serias consecuencias y un impacto significativo en su salud. Pero, ¿cómo afecta realmente este problema a los pequeños? Vamos a profundizar en este tema.
El funcionamiento del cuerpo
En primer lugar, es importante entender que el cuerpo humano, y especialmente el de los niños, está compuesto en gran parte por agua. Esta agua es esencial para el correcto funcionamiento de todos nuestros órganos y sistemas. Cuando nuestros pequeños están deshidratados, su cuerpo no puede funcionar correctamente.
En situaciones de deshidratación, los órganos vitales como los riñones, el corazón y el cerebro pueden verse afectados. Si esto sucede, los niños pueden experimentar síntomas graves como confusión, debilidad muscular y, en los casos más graves, incluso coma o muerte.
Desarrollo físico y mental
Además, la deshidratación puede tener un impacto en el desarrollo físico y mental de los niños. Cuando los niños están deshidratados, sus cuerpos deben trabajar más para realizar las funciones normales. Esto puede causar fatiga, dificultades de concentración y puede afectar su rendimiento escolar.
Rendimiento físico
El agua es esencial para mantener los músculos y las articulaciones de los niños en buen estado. Cuando están deshidratados, pueden experimentar calambres musculares y rigidez en las articulaciones. Esto puede hacer que sea más difícil para ellos participar en actividades físicas y puede afectar su rendimiento deportivo.
Problemas de salud a largo plazo
Finalmente, la deshidratación crónica en niños puede llevar a problemas de salud a largo plazo. Los niños que experimentan deshidratación crónica pueden tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades renales y otros problemas de salud en el futuro.
En resumen, la deshidratación puede afectar seriamente la salud de los niños. Afecta el funcionamiento de sus órganos vitales, su desarrollo físico y mental, su rendimiento físico y puede llevar a problemas de salud a largo plazo.
Por lo tanto, es esencial que seamos conscientes de la importancia de mantener a nuestros hijos bien hidratados. Como padres, debemos estar atentos a los signos de deshidratación y actuar rápidamente si sospechamos que nuestros hijos pueden estar deshidratados. Recuerda, es mejor prevenir que curar.
La mejor manera de mantener a tu peque hidratado será, por supuesto, con agua. Desde Peñaclara jamás nos cansaremos de recordar la importancia de consumirla todos los días, incluso poniéndose recordatorios si fuese necesario. Es ella la que nos da la vida y hace que nuestro organismo puede funcionar correctamente.
De ahí que sea tan importante escoger y entender bien qué estamos bebiendo. Por eso nuestra agua, de origen subterráneo, está protegida de todo tipo de contaminación y cuenta con una composición constante en minerales que le confieren propiedades favorables para la salud. Cuidar del agua significa cuidarnos a nosotros y por eso valoramos la composición con la que la muestra cuenta. Sus oligoelementos, su idónea concentración y su interacción con el metabolismo humano son los que han conferido al agua sus diferentes propiedades terapéuticas.
Recuerda que además de llevar una hidratación constante, también debes mantenerte atento a los síntomas y en caso de que haya alguna complicación, acudir a un profesional de la salud. De esta manera podrás actuar a tiempo y evitar las consecuencias de la deshidratación.