Agua y deporte: La pareja indisoluble
Os hemos hablado muchas veces de las propiedades del agua y de la necesidad de consumirla para vivir. Hoy queremos tratar otro tema muy importante, especialmente en estas épocas de calor: lo hemos titulado “agua y deporte”. En el momento de hacer ejercicio físico es muy importante ser conscientes de la necesidad de beber agua e hidratarse, de lo contrario es muy probable que se sufra una deshidratación. En este blog os queremos dar todas las claves para hacer deporte de manera segura y correctamente hidratados. ¿Empezamos?
¿Cuánta agua perdemos?
La cantidad de agua en el cuerpo se mantiene en unos límites estables pero el flujo de salidas y entradas de agua en nuestro organismo es constante.
Las entradas son más fáciles de contabilizar porque están presentes en todo lo que comemos y bebemos. Beber agua, evidentemente, constituye la entrada principal de agua al organismo pero alimentos como la lechuga o la fruta y la verdura, también nos aportan gran parte de agua.
En cuanto a las salidas, las más evidentes son el sudor, la orina y las heces. También, pero, perdemos agua constante a través de la piel y de la respiración sin darnos cuenta. Estas dos últimas están dentro de lo denominado “pérdidas insensibles”, ya que constantemente perdemos cantidades imperceptibles de agua a través de la piel. Lo mismo ocurre al respirar, ya que exhalamos vapor de agua.
Entradas y salidas de agua
Para que os hagáis una idea de la cantidad de agua de las entradas y salidas os vamos a poner unos ejemplos de cuánto sería en un día de un adulto que no haga ejercicio. A nivel de entradas, encontramos que las bebidas representan unos 1.500 ml/día, los alimentos unos 800 ml/día y el agua metabólica, es decir la producida por procesos químicos del organismo, unos 300 ml/día. En cuanto a salidas, la orina representa unas pérdidas de agua de 1500 ml/día, las heces unos 200 ml/día, la pérdida de agua por la piel supone unos 500 ml/día y la pérdida por el vapor de agua exhalado unos 400 ml/día.
De primeras, podemos observar si el balance de entradas y salidas está equilibrado. Esta balanza, pero, siempre dependerá de muchos factores: por ejemplo, si se hace ejercicio y la temperatura ambiente.
Antes de pasar al siguiente apartado, vamos a explicar un poco más extensamente el significado de “agua metabólica”. El agua metabólica, como bien indica su nombre, se genera al metabolizar y oxidar los nutrientes de los alimentos. Todos estos nutrientes son los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Al hacer todo esto el cuerpo es capaz de generar agua. Concretamente cada 1g de carbohidratos genera 0,55g de agua, cada 1g de grasa genera 1,07 g de agua y cada 1g de proteínas es capaz de generar 0,4 g de agua. El agua es maravillosa, ¿verdad?
Deshidratación
Cuando nuestro cuerpo pierde más agua de la que ingiere, es posible que se desarrolle una deshidratación. Normalmente no supone consecuencias fatales, ni tiene por qué tener síntomas, pero es necesario tener en cuenta que nuestro cuerpo tiene un límite y que su resistencia no es infinita.
De hecho, tan solo el 1% de deshidratación puede causar problemas en el rendimiento físico y, por lo tanto, la capacidad de hacer deporte se verá disminuida. Además, cuanto más deporte hagas, más hidratación necesitará tu cuerpo. De hecho, la deshidratación afecta en muchos niveles, desde problemas renales y urinarios, a dolores de cabeza, cansancio, somnolencia, hipotensión o estreñimiento. Incluso podría llegar a causar piedras en los riñones.
La sensación de sed aparece con el 1% de la deshidratación y, de hecho, es realmente fácil llegar a este nivel con ciertos ejercicios físicos intensos. También la deshidratación es contraproducente, ya que al estar fatigados y sin ganas de hacer nada, los deportistas rinden mucho menos y la salud peligra más. Es por ello que es esencial tener una buena hidratación con Agua Mineral Natural (AMN) de calidad, sobre todo al hacer ejercicios intensos o con temperaturas elevadas.
Agua y deporte
El agua es esencial en cualquier situación. No obstante, al practicar deporte se convierte en algo realmente fundamental, sobre todo si se trata de deportes intensos o que requieren de un esfuerzo físico mayor. La cantidad de agua que necesitamos también dependerá del tiempo que le dediquemos a esa actividad.
En el momento de hacer deporte, el sudor es muy importante tenerlo en cuenta, ya que por él perdemos gran parte del agua de nuestro cuerpo; es una de las salidas de agua más evidentes. Por lo tanto, puede ser un buen indicador a la hora de hidratarnos más o menos. Si por norma general un adulto debe ingerir aproximadamente unos 2L de agua, normalmente un deportista tendrá que sobrepasarlos, en función de la actividad física que lleve a cabo y de la duración e intensidad de dicha actividad.
En caso de haber sufrido algún episodio de deshidratación, o simplemente quieras hidratarte bien, es esencial tener en cuenta algunos trucos para que la rehidratación sea más rápida y efectiva. Algo que mucha gente desconoce es que para una buena rehidratación es necesario beber agua que no esté fría, ya que hidrata mucho más el agua ambiente que a temperaturas muy bajas. El agua fría no sacia la sed. También es muy importante rehidratarse antes de hacer el propio ejercicio, sobre todo si se trata de un deporte intenso que vaya a durar más de una hora (obviamente, sigue siendo igual de importante beber agua durante y después del ejercicio). Por último, hay que recordar que la temperatura ambiental puede aumentar sustancialmente los requerimientos hídricos por lo que es importante hidratarse más cuando haga más calor.
Resumiendo, no nos cansaremos nunca de repetirlo: agua y deporte han de ir siempre de la mano. No te puedes plantear salir a hacer deporte sin tener en cuenta la necesidad de hidratación de tu cuerpo. Sabemos que cargar con una botella de agua puede ser tedioso por eso desde Peñaclara queremos fomentar el deporte con nuestra botella PET 50cl Sport. Tiene un tamaño ideal para llevarla sin molestias y su tapón especial te permitirá beber sin derramar ni una gota. Así que coge tus zapatillas de deporte y sal a la calle. ¡Ya no tienes excusa para no hidratarte bien!
