Con la cantidad de suplementos alimenticios que existen hoy en día para todo tipo de necesidades, es posible que no nos creamos que el agua en sí, mezclada con sal, se puede convertir en un suplemento propiamente si necesitamos conseguir masa muscular. El hecho de que la sal esté un tanto estigmatizada y que no pensemos que el agua no hace otra cosa que hidratar suelen crear cierta desinformación respeto a las propiedades del líquido que nos da la vida.
Por ello, en Peñaclara, queremos poner fin a ciertas creencias sobre el agua y explicar cómo, mezclada con sal, funciona en nuestro cuerpo como un auténtico suplemento natural capaz de ayudarnos a crear músculo.
Que no se te olvide el agua
Uno de los errores más comunes al comenzar a hacer deporte, ya sea como hobby o de manera profesional, es no consumir suficiente agua. El agua constituye el 70% de nuestro cuerpo y es esencial para que el organismo realice funciones vitales. Durante la práctica deportiva o cualquier actividad física, nuestro cuerpo pierde más agua de lo habitual, por lo que es crucial reponer esta pérdida bebiendo agua. Es fundamental evitar la deshidratación en todas las fases de la actividad.
Antes de hacer ejercicio
Antes de iniciar cualquier actividad, es recomendable beber entre 400 y 600 ml de agua al menos 1 o 2 horas antes del ejercicio. Mantener esta práctica ayuda al cuerpo a regular la temperatura de manera más eficiente y a combatir la pérdida excesiva de agua, especialmente en días calurosos, húmedos o durante ejercicios que superen los 60 minutos de duración.
Durante el ejercicio
Cuando pasa la primera media hora de actividad es necesario reponer los líquidos perdidos. 1 hora después se convierte en algo indispensable. Los expertos aconsejan beber entre 200 y 250 ml de agua cada 15 o 20 minutos.
Después del ejercicio
La hidratación después del ejercicio es igual de crucial que la previa y la que se toma durante la actividad. Al finalizar, es importante beber agua lo más pronto posible para reponer completamente los líquidos perdidos. Esto ayuda a restaurar la función metabólica, muscular y cardiovascular, promoviendo una recuperación más rápida. Se aconseja ingerir al menos un 150% del líquido perdido a través del sudor y la orina durante la actividad física.
Además, es buena idea añadir a la rutina una pieza de fruta, ya que la mayoría contienen un alto porcentaje de agua, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Tanto el agua como la fruta son capaces de ofrecernos ciertos beneficios fundamentales durante el ejercicio:
Regulación de la temperatura
Uno de los roles más importantes del agua durante el ejercicio es ayudar a regular la temperatura corporal. Al hacer ejercicio, los músculos generan calor. El sudor ayuda a liberarlo, por lo que beber agua permite que este proceso continúe de manera eficiente, ayudando a prevenir, entre otros riesgos, los golpes de calor.
Rendimiento
Beber agua también es esencial para una buena circulación sanguínea y para que el oxígeno y los nutrientes vayan de forma natural a los músculos. Su consumo no solo mejora la resistencia, sino que también ayuda en la recuperación muscular. De hecho, la falta de hidratación puede generar calambres musculares y una disminución de la capacidad de rendimiento.
Hablemos de la sal
Uno de los elementos de cocina más estigmatizados e incomprendidos en su uso. Si hacemos deporte, ¿es bueno o malo tomarla? Es normal experimentar cierta pesadez cuando se consume una gran cantidad de sal o en alimentos procesados, a los cuales se les suelen añadir grandes proporciones porque mejora el sabor. De ahí que sea bastante común encontrar deportistas que no la incluyan en su dieta en ninguna opción porque se tiene el pensamiento de que no ayuda en el deporte y retiene líquidos.
Sin embargo, si observamos científicamente sus consecuencias, encontraremos que incluso las personas con hipertensión necesitan consumir cierta cantidad de sal en su dieta. Es lógico que se reduzca el consumo, pero jamás que se elimine. Este compuesto químico es más importante para nuestro cuerpo de lo que pensamos, pues es fundamental para muchas reacciones metabólicas y posee múltiples beneficios, como por ejemplo:
Electrolitos
La sal es crucial para mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo, esencial para la función celular, la transmisión nerviosa y el funcionamiento muscular.
Regulación de la presión arterial
Aunque el exceso de sal puede aumentar la presión arterial en algunas personas sensibles, una cantidad adecuada es necesaria para mantenerla en niveles saludables.
Ayuda en la digestión
Participa en la producción de ácido clorhídrico en el estómago, facilitando la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes.
Regulación de la hidratación
La sal regula el equilibrio de agua en el cuerpo. Consumida adecuadamente junto con agua, ayuda a mantener una hidratación óptima.
Entendiendo la importancia de la sal
El mito de que la sal es simplemente ‘mala’ puede ser peligroso si se toma literalmente. Sin un adecuado aporte de este elemento, los deportistas o personas que hacen ejercicio regularmente pueden entrar en un ciclo donde los músculos se sienten débiles, con una circulación deficiente y un rendimiento reducido. Es crucial consumir sal, especialmente para quienes practican deportes intensos y sudan mucho, ya que durante la actividad física se eliminan grandes cantidades de sales del cuerpo.
La sal puede reponer muchos de los elementos que perdemos, como el sodio y los electrolitos, y facilita la entrada de agua a nivel intracelular. Junto con los carbohidratos, la sal desempeña un papel crucial en este proceso. Los resultados físicos son significativamente distintos según se consuman carbohidratos con o sin agua y sal. Por eso, el agua y la sal juntas forman un suplemento completamente natural y saludable para alcanzar una plenitud y densidad muscular óptimas.
Estos se hidratarán y apretarán contra la piel, logrando un efecto óptico de menor pliegue corporal si nuestro nivel de grasa corporal es bajo. De hecho, suele pensarse que se retiene líquido a nivel extracelular cuando aún tenemos un pliegue adiposo de 10 mm o más. Esto significa que lo que vemos no es retención de agua, sino grasa.
Suplemento de agua y sal significa carbohidratos
Si hacemos deporte de forma regular es imprescindible trabajar la tolerancia a los carbohidratos y ser capaces de controlar una proporción superior a medida que reducimos los pliegues de grasa. Conforme empecemos este proceso habrá que aumentar la cantidad del suplemento de agua y sal para ir introduciendo ambos elementos sin que afecte al estado estético del cuerpo.
¿Cuándo puede ocurrir este efecto? Cuando existe un exceso de carbohidratos en el cuerpo porque no se ha trabajado la capacidad de las células musculares y receptores GLUT-4 para captar glucosa. Por ello, todo el exceso viaja y se queda en las células adiposas, generando este aspecto físico. Por ello es importante tener en cuenta los siguientes pasos:
Cantidad de carbohidratos
Apunta la cantidad de carbohidratos que consumes y que te proporcionan aspecto de dureza muscular, así como la cantidad de agua y sal.
Divide la ingesta
Repártela en varias comidas separadas. Cuanto menor sea tu sensibilidad, más comidas deberás hacer.
Poco a poco
La mejor forma de proceder es aumentando un poco las cantidades tras cada periodo para eliminar el efecto ‘acordeón’. Eso sí, el aumento debe ser muy paulatino y normalmente basta con añadir de 20 a 40 gramos adicionales de carbohidratos repartidos en las comidas del día.
¿Cómo tomar un suplemento de agua y sal?
La recomendación sobre la ingesta de agua y sal varía dependiendo de muchos factores, como el peso corporal, el nivel de actividad física, la temperatura ambiental, la sudoración y la ingesta calórica, entre otros. Sin embargo, se pueden sacar ciertas cantidades de media para crear un suplemento de agua y sal adecuado:
- Agua. 0,6-0,8 litros por cada 10 kg de masa muscular.
- Sal. 0,6-0,8 gramos por cada 10 kg de masa magra.
Siguiendo este esquema, una persona de unos 70 kg debería consumir entre 4,2 y 5,6 litros de agua al día con 4,2 – 5,6 gramos de sal añadida. Debemos tener siempre presente y muy en cuenta que cuando hablamos de sal nos referimos a la de mesa, la que se consume, y no al sodio. De hecho, 1 gramo de sal común contiene aproximadamente entre un 40% y un 50% de sodio.
El suplemento de agua y sal no hace referencia a que haya que mezclar ambos ingredientes y tomarlos como si fuese un medicamento, sino que debemos tratar de consumir las cantidades tanto de agua como de sal en nuestras comidas para disfrutar del aumento de palatabilidad que proporcionan. Y, por supuesto, todas las recomendaciones que acabamos de mencionar no deben sustituir las indicaciones de un médico especialista.
El agua es el elemento que nos da vida, pero también, como hemos visto, se puede utilizar como un suplemento para mejorar los resultados deportivos y la salud y vitalidad en general. Por eso es importante conseguir un agua de calidad y cuidada, algo de lo que nos enorgullecemos en Peñaclara.
La nuestra es un agua de origen subterráneo, protegida de todo tipo de contaminación y con una composición constante en minerales que le confieren propiedades favorables para la salud. Si quieres saber más sobre la mejor agua de La Rioja o quieres ser distribuidor, solamente tienes que ponerte en contacto con nuestro equipo para que podamos asesorarte en todo lo que necesites.