La cabecera de la comarca que lleva su nombre es una región que vale la pena conocer por sus múltiples propuestas. ¿Qué ver en Haro, La Rioja? ¡De todo! Gastronomía, cultura, naturaleza y vinos con historia, sigue leyendo y descubre los imprescindibles de Haro. Empecemos:
Sobre Haro, La Rioja
Para comenzar este recorrido, situémonos en el mapa. La ciudad de Haro se considera la más importante de la zona de la Rioja Alta, ubicándose al noroeste de la comunidad autónoma homónima. Está rodeada por los Montes Obarenses al norte y lindante con Álava por el Ebro. Fue ocupada en su momento por los Celtas y luego por los Romanos y, durante la Edad Media, la región formó parte del señorío de los Condes de Aro. En 1891 fue nombrada Ciudad de Haro por la reina regente María Cristina, nombre que conserva hasta la actualidad.
Esta rica historia, sumada a su tradición vitivinícola, la convierte en un destino que es mucho más que un enclave de enoturismo. Haro sorprende con su encanto a quienes la visitan. ¿Te encuentras planeando una escapada a este destino y quieres saber qué ver en Haro, La Rioja? Presta atención a estas recomendaciones. ¡No te querrás perder ninguna!
Qué ver en Haro, La Rioja
Si bien a primera vista esta ciudad riojana llama la atención por sus vinos y sus bodegas, su patrimonio cultural y arquitectónico no deja de enamorar a quienes la conocen por primera vez, que suelen querer regresar para conocerla más en profundidad. Iglesias, palacios y una gastronomía de primera son las claves que hacen que Haro sea una de las ciudades más visitadas de La Rioja. ¿Por dónde comenzar a descubrirla? Te contamos qué ver en Haro, La Rioja:
Visita por las bodegas
No es casual que Haro sea conocida como la Capital de Vinos de La Rioja, dado que posee una gran concentración de bodegas centenarias. Aquí te encontrarás con las mejores bodegas de vino de La Rioja. ¡Y eso es mucho decir!
La relación de Haro con el mundo del vino es de larga data y, para celebrarla, ¿qué mejor que comenzar por la bodega más antigua de Haro? La Bodega Manzanos fue fundada en 1801 y se puede visitar, puesto que parte de la bodega antigua se convirtió en un museo del vino. Además, podrás ver todo el recorrido desde la viña hasta la botella, conocer su sala de envejecimiento, que data del siglo XIX, y descubrir su cripta de botellas del siglo XV. Y, sobre todo, darte el gusto de probar sus vinos.
También puedes recorrer el Barrio de la Estación para seguir disfrutando de bodegas centenarias e incluso asistir a una fiesta como La Cata del Barrio de la Estación.
Admirando su casco histórico
Si de arquitectura se trata, no puedes dejar de visitar el casco histórico de Haro donde se destacan el Ayuntamiento con estilo neoclásico y varios palacios que deslumbran por su belleza. En la Plaza de la Paz, el centro neurálgico del casco, encontrarás también la Oficina de Turismo. Es parada obligatoria para los visitantes, donde podrás hacerte de mapas para recorrer la ciudad y sus alrededores.
De tapas por la Herradura
No hay mejor manera de conocer una ciudad que con una ronda de tapas. Después de un paseo por la Plaza de la Paz, puedes seguir por un recorrido por La Herradura. Allí encontrarás calles estrechas, bares de tapeo y restaurantes. ¿No os parece que salir de pintxo-pote es una excelente manera de disfrutar de Haro?
Disfrute de la gastronomía de restaurantes emblemáticos
Así como los vinos de Haro son reconocidos, su gastronomía también tiene un lugar destacado. Para celebrar su tradición gastronómica, el Restaurante Terete que fue fundado en la década de 1870, es un imperdible del recorrido. Su método tradicional para la cocción del cordero y su vino reserva de la casa son la seña de su identidad y los preferidos por los comensales. Para una experiencia gastronómica más delicada y contemporánea, el Restaurante Nublo es la alternativa perfecta; una mezcla de texturas, sabores y sensaciones nuevas.
Eventos especiales
Entre las múltiples fiestas populares, la más conocida de las que suceden en Haro es la Batalla del Vino. Esta batalla pacífica comenzó su tradición en el siglo VI y conjuga lo religioso con lo pagano. En esta Fiesta de Interés Turístico Nacional el objetivo es manchar de vino al prójimo siguiendo unas reglas de lo más divertidas: todos los asistentes deben vestir de blanco con un pañuelo rojo, utilizar cualquier «arma» como jarras, pistolas de agua o botas, salvo las botellas de vidrio. Sobre todo, disfrutar de la música que no deja de sonar durante toda la celebración y entender que en cuanto los participantes comienzan a almorzar (típicamente caracoles o chuletillas) es tiempo de terminar la batalla y sentarse a comer para reponer fuerzas.
Admirar el Mirador de Atalaya
La Atalaya, el punto más alto de Haro, provee una vista espectacular que descubre el encanto de la zona: podrás ver el barrio de la Estación, el río Tirón, los Montes Obarenses y la Sierra Cantabria. El mirador es lo primero que se divisa al llegar a Haro desde el País Vasco y una referencia inevitable para admirar la belleza de la ciudad desde otro punto de vista.
Las imperdibles novedades gastronómicas
Además de una tradición impactante, Haro se reinventa continuamente y está a la altura de los paladares más exigentes. Un exponente de esta búsqueda permanente es Nublo, el restaurante de estrella Michelín donde el servicio se hace sin gas ni electricidad. La leña y el carbón son el corazón de un palacio renacentista donde los pescados, los corderos, las chuletas y los mariscos conviven con hongos y verduras para lograr un menú degustación que va cambiando con la estación, siempre buscando un producto de primera.
Pueblos con encanto cerca de Haro
Complementar la visita a Haro con un recorrido por sus alrededores es empaparse del encanto riojano y permitirse descansar de la rutina para entrar en un mundo embriagador. Estos son algunos de los pueblos con encanto cerca de Haro. ¡Por supuesto que hay muchos más! Anímate a descubrirlos mapa en mano paseando por sus carreteras.
Sajazarra
Declarado uno de los pueblos más bonitos de España, Sajazarra es una localidad pequeña con un parking en su entrada en la que podrás aparcar cómodamente para recorrer el pueblo a pie. Se trata de una población donde viven 130 personas que posee un castillo imponente en piedra.
Cellorigo
Si de poblaciones pequeñas hablamos, Cellorigo definitivamente entra en la categoría. Con sus solo 10 habitantes, fue un enclave estratégico y hoy ofrece vistas maravillosas y diversas rutas de senderismo para adentrarse en sus montes.
Cuzcurrita de Río Tirón
Bañado por el Río Tirón, este pueblo de tan solo 500 habitantes sorprende por sus casonas con escudos, la Iglesia de San Miguel de estilo barroco italiano y su castillo de finales del siglo XV, El Castillo de los Velasco. Como es común encontrar en la zona, Cuzcurrita posee un barrio de cuevas excavadas y utilizadas como bodegas. Si lo que buscas es una zona para bañarte, la cascada del castillo marca el comienzo de un sendero que conduce a la presa, un paseo al pie del canal muy ameno.
Briones
En Briones el paisaje se expresa rotundamente: hectáreas de cultivo de vid y arquitectura barroca de estilo riojano junto con sus siete ermitas son excusa suficiente para convertir este poblado en parada necesaria para los viajantes.
San Vicente de la Sonsierra
Con el título de Villa Divisera por su localización estratégica, San Vicente de la Sonsierra es el poblado ideal para tomar fotografías por sus vistas del río Ebro, la Sonsierra y el viñedo riojano. Además, entre su patrimonio encontrarás expresiones de las distintas épocas en un estado de conservación que permite admirarlas y así recorrer la historia de La Rioja.
Sobre Peñaclara
En Peñaclara nos consideramos un Agua Regional de Carácter Social, porque estamos en relación de la más íntima con el desarrollo rural riojano, participando de su cultura y de sus expresiones deportivas, siempre dispuestos a promover la conservación de nuestro medioambiente y del estilo de vida saludable de la región.
Nuestro arraigo con La Rioja está ligado al Agua Mineral Natural y a la naturaleza misma, porque nuestra historia se remonta a el agua que emerge de manera natural en el Manantial Peñaclara que ha beneficiado al pueblo riojano desde siempre, y así lo sigue haciendo. Esto se debe a que trabajamos incansablemente en la búsqueda de la sostenibilidad y reforzando el respeto por el entorno. En Peñaclara embotellamos y distribuimos AMN para que llegue a vosotros tal como surge en la naturaleza.
¿Ya estás preparando tus maletas? Ahora que ya sabes qué ver en Haro La Rioja, te encuentras listo para una escapada de relax, desconexión y contacto con el entorno capaces de recargar las energías, sea cuando sea que lo puedas necesitar.
Si quieres conocer más en profundidad sobre el AMN de Peñaclara, no tengas ninguna duda en contactar con nuestro equipo. Te proponemos también que te subscribas a nuestra Newsletter. ¡Únete a nuestra comunidad para estar al tanto antes que nadie de todas nuestras novedades!