Cuando una mujer se queda embarazada seguro que le surgen mil preguntas, todas ellas sumadas a la montaña rusa de emociones y pensamientos (algunos positivos, otros negativos) que tiene que sufrir. A todo eso se le suma la nueva dieta que tiene que empezar a llevar.
Es bien sabido que existen muchas alimentos que una embarazada no puede consumir. Existen también estudios que explican qué medicamentos puede tomar y cuáles no, pero no hay tantas investigaciones sobre las hierbas o infusiones que puede beber. ¿El té verde y el embarazo son compatibles? ¿Una embarazada puede tomarse una infusión? Es completamente normal tener estas dudas, ya que al principio de cualquier proceso que realizamos por primera vez no sabemos qué hacer en todo momento.
Por ello, como el té está bastante relacionado con el agua (ya que es el líquido que lo infusiona), desde Peñaclara queremos ayudar a resolver esta duda y, de paso, como marzo es el mes del té verde, ¡qué mejor momento para hacerle un pequeño homenaje!
El ácido fólico
Para hablar del té verde y el embarazo tenemos que comenzar por esta vitamina B9 sintética. El ácido fólico es indispensable en nuestro organismo, ya que ayuda a crear nuevas células. Se puede encontrar en ciertos alimentos, como en el pan, en vegetales de hojas verde, en legumbres, en cítricos o en algunas carnes (hígado).
Aunque el ácido fólico es una vitamina necesaria en cualquier persona, en las embarazadas es fundamental. De hecho, antes y durante el embarazo las mujeres deben consumir más cantidad de este tipo de vitamina. Esta asciende a los 400 micro-gramos al día durante todo el proceso. Esta consumición se debe a que el ácido fólico ayuda a formar el tubo neural y previene defectos de nacimiento graves en la columna vertebral (espina bífida) y en el cerebro (anencefalia).
Además de llevar una dieta variada y equilibrada, una persona puede obtener ácido fólico de forma extra de las siguientes formas:
- Tomar vitaminas que contengan ácido fólico. La mayoría de las vitaminas que se venden tienen la cantidad diaria recomendada de ácido fólico (400mcg) que las mujeres necesitan. Estas vitaminas son de fácil acceso, ya que las podemos encontrar en farmacias, supermercados y tiendas especializadas. Revisa la etiqueta para asegurarte de que cada pastilla (o pastillas) tienen la cantidad diaria recomendada de ácido fólico que se necesita (400 mcg).
- Comer alimentos fortificados. También puedes consumir más alimentos que contengan ácido fólico fortificado. Lo puedes encontrar en ciertos panes, corréales y en la harina de maíz. Ten en cuenta que junto a la palabra ‘folato’ en los ingredientes ponga que contiene el 100%.
- Consumir una combinación de ambos. Si quieres asegurar, puedes tomar suplementos de ácido fólico y construir una dieta rica en alimentos con este vitamina.
Té verde y embarazo
Ahora que hemos explicado el ácido fólico, ¿qué tiene que ver con el embarazo? Esta planta contiene catequinas, una sustancia que ayuda a proteger las células del daño que pueden causarles los radicales libres (moléculas inestables que se producen durante el metabolismo normal de las células pero que dañan a otras moléculas). El problema es que las catequinas también previenen que las células de los intestinos absorban ácido fólico.
Hemos visto lo importante que es esta vitamina en una embarazada y existen estudios que demuestran que si una mujer embarazada bebe mucho té verde tiene niveles bajos de de folato en su organismo. Si hay menos ácido fólico en su cuerpo significa que menos cantidad de esta vitamina podrá atravesar la placenta y llegar al bebé, lo que aumenta el riesgo de que sufra algún tipo de DTN. Para que esto ocurra la embarazada debería de estar consumiendo, como mínimo, 3 tazas de té verde u otro tipo de té negro (como el Oolong) al día. Si la persona está acostumbrada a tomar té y es una bebedora habitual, puede tomar una vitamina prenatal diaria para reducir posibles riesgos.
Por tanto, el consumo de té verde, en su justa medida (1/2 tazas al día) y con un control médico, no tiene porqué suponer ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé. También depende mucho del mes de gestación en el que la mujer se encuentre. Lo mejor siempre será preguntar al médico, que conoce tu historial y sabe qué alimentos y bebidas (y su cantidad) puede consumir una embarazada.
Beneficios del té verde durante el embarazo
Si una persona suele tomar de forma habitual té, seguro que sabe todos los beneficios que tiene para su cuerpo, especialmente para la digestión. Si embargo, en el embarazo todo cambia: alimentos que siempre se podían consumir ahora no es posible, al igual que algunos medicamentos. Con las bebidas o infusiones ocurre lo mismo, con la diferencia de que, más que eliminar de la dieta, se tiene que controlar su consumición.
El té verde es una de esas bebidas. De forma moderada se puede beber, y también es importante recalcar que tomarlo tiene beneficios durante el proceso de embarazo. No hay que olvidar que es una bebida diurética, una propiedad muy beneficiosa para las embarazadas. Veamos otras ventajas:
- Ayuda a reducir el azúcar en sangre. El té verde, consumido con control y moderación, ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre. Esta infusión contiene antioxidantes, capaces de reducir la resistencia a la insulina. Tomar té verde ayuda, por tanto, a la prevención de la diabetes. Respecto al embarazo, puede reducir la posibilidad de que aparezca diabetes gestacional, tan temida por las mujeres en gestación.
- Previene la enfermedad de las encías. Las catequizas del té verde ayudan a prevenir la gingivitis, ya que reduce la inflamación y las posibilidades de que aparezca. Las mujeres embarazadas pueden padecer esta enfermedad periodontal junto a un debilitamiento de la salud bucodental, por lo que el té verde puede ayudarlas reducir un poco el dolor. Aunque esta infusión puede aliviar un poco, se recomienda que las embarazadas acudan al dentista para que revise que todos lo síntomas son los normales para su estado y prestar atención en esta etapa.
- Ayuda a controlar el colesterol. Los antioxidantes del té ayudan a reducir el colesterol. Esta característica es siempre buena, tanto para una persona embarazada como para otra que no lo está, pero en el caso de las primeras es especialmente beneficioso, ya que durante la gestación la cantidad de colesterol en sangre puede llegar a descontrolarse.
Precauciones a la hora de tomar té durante el embarazo
Si una persona está acostumbrad a tomar té, es normal que de repente eliminarlo de la dieta sea algo complicado. Al principio se puede reducir su consumo y, junto a vigilancia y consulta médica, ver si se puede seguir consumiendo en cantidades menores o se debe eliminar definitivamente de la dieta.
Así como hemos hablado de los beneficios del té verde y el embarazo, también debemos comentar algunos riesgos y contraindicaciones de esta infusión:
- Cafeína. Como es bien sabido, el té, aunque en menor cantidad que el café, contiene cafeína o teína. De todos los tipos de té, el verde es el que menor cantidad tiene, pero es necesario recordar que la cafeína es capaz de atravesar la placenta y transmitir al bebé una estimulación que no requiere en esa fase del embarazo. Esto podría provocar el adelanto del parto o incluso el aborto.
- Dificulta la absorción de ácido fólico. Como ya hemos explicado, las catequinas del té verde pueden absorber ácido fólico, reduciendo su cantidad en el organismo. Ese muy importante contar con unos niveles de ácido fólico elevados en el cuerpo, ya que esta vitamina ayuda a que el bebé no desarrolle defectos congénitos en el cerebro o en la columna vertebral. Sobre todo durante las 12 primeras semanas de embarazo, las ausencia de este tipo de ácido puede ser muy grave.
- Dificulta la absorción del hierro. El té verde, tomado antes o después de las comidas, complica la absorción de hierro, cosa que puede producir anemias en madre embarazadas, poniendo en peligro la salud de la mujer y del bebé.
- El té verde y el embarazo no tienen por qué estar reñidos. Sí es posible que la cantidad que se consume se tenga que reducir, sobre todo durante el primer trimestre de la gestación, pues es en este momento cuando se desarrolla el tubo neural del bebé. Sin embargo, tras esta etapa se puede consumir la infusión en cantidades menores.
Aún así, cada persona y cada embarazo es un mundo y los alimentos y bebidas afectan de forma completamente distinta e impredecible a cada madre embarazada. Lo más importante es saber los beneficios y riesgos del té verde y acudir al médico o ginecólogo ante cualquier duda o irregularidad que se observe.
Además de controlar la cantidad de té consumido, también es importante prestarle mucha atención al líquido que lo infusión: el agua. Ella es la causante de la vida en la tierra y todo el mundo debe ser consciente del tipo de agua que toma, especialmente las embarazadas. No todo el H2O que existe tiene la misma repercusión en nuestro organismo. Es importante beber un agua natural y con propiedades adecuadas al embarazo.
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