Algunos pueden decir que el agua es el origen de la vida, otros dirán que es la fuerza del Universo, y otros podrán decir que son dos átomos de hidrógeno junto a un átomo de oxígeno unidos por un enlace convalente. De cualquier manera, el símbolo del agua no es uno solo. De hecho, tanto desde los enfoques más místicos como desde los otros más científicos, vale decir que el agua siempre ha sido una fuente inagotable de preguntas y respuestas a los problemas de todas las sociedades. Descubre en este artículo cómo puede interpretarse el símbolo del agua y cuáles son las diferentes aristas que nos llevan a entender y revalorizar a lo largo de la historia a la sustancia más famosa del mundo.
En esta ocasión queremos contarte qué piensa la comunidad científica sobre el agua y su impacto en nuestra vida, y también cuáles son las visiones que tienen y han tenido diferentes culturas y religiones a través de los siglos. Además, claro, te contaremos qué significa el agua para nosotros.
El símbolo químico: H2O
En el ámbito científico, hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, se descubrió que el agua es una sustancia y no un elemento, como se había pensado desde la antigüedad. Este descubrimiento, que por estos tiempos puede no parecer gran cosa, fue verdaderamente impresionante, ya que permitió pensar en átomos muchísimo antes de que se pudiera comprobar su existencia. Fue entonces que el astrónomo y humanista Alexander Van Humboldt comenzó a asegurar que, efectivamente, el agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, es decir, la composición más que conocida, H2O.
Y aunque esas teorías son las que mantenemos hasta el día de hoy, todavía no se sabe tanto del agua como quisiéramos. Aún hoy se sigue estudiando la naturaleza de las propiedades que la componen. De hecho, tal es así que el científico y divulgador John Emsley asegura que “es una de las sustancias químicas más investigadas, pero sigue siendo la menos entendida”.
Más que H2O
¿Pero se estudian las emociones que nos provoca el agua cuando entramos en modo contemplativo? ¿Cómo puede describirse la saciedad que provoca un vaso de agua fresca luego de una jornada de ejercicio? ¿Qué nos une a los seres vivos? Estas respuestas no son fáciles de hallar, o por lo menos no se ha podido a llegar a una respuesta unívoca.
Lo que sí sabemos es que el agua nos rodea en cualquiera de sus tres estados (líquido, sólido y gaseoso) de manera (os recomendamos la lectura de «Los estados del agua: ¿Cuáles son y cómo ocurren?». Esto De hecho, nuestro planeta está compuesto por más 1 billón de kilómetros cúbicos de agua gracias al ciclo hídrico y la hemos visto y probado de tantas maneras que no es casual que tantos pensamientos de nuestra humanidad se hayan destinado a descubrir todos sus poderes y el significado del símbolo del agua. Por eso, desde la antigua Grecia hasta el presente, en todas las culturas, algo tenemos que decir sobre el agua.
El agua es lo que nos constituye, es nuestra primera necesidad para sobrevivir, y es lo que nos une a todos los animales y las plantas. Es en donde comenzó y comienza la vida, nada menos.
¿Qué simboliza el agua en las distintas culturas y religiones?
Según el budismo, la cuarta religión más importante del mundo con más de 500 millones de adeptos o el 7 % de la población mundial, una de las metáforas más importantes es “ser como el agua”. Esta idea integradora con la naturaleza lleva más de 2.500 años presente por todo Oriente, ¡y no podríamos estar más de acuerdo con que sí hay que ser como el agua!
Por otra parte, en el antiguo Egipto el agua estaba estrechamente ligada a la idea de la reanimación. Para los griegos el agua, además de ser el hábitat de dioses y divinidades, tiene el doble significado de vida y muerte.
Muchos pueblos asiáticos y africanos consideran el agua como parte de sus divinidades: las fuentes son sagradas o veneradas y se usan como elemento purificador.
Del mismo modo, una de las más conocidas en las religiones africanas y brasileñas es la diosa Lemanja, que para los creyentes es la reina y la diosa de las aguas, y como tal debe ser venerada.
En la Biblia, por otra parte, aunque el agua no tiene el papel protagónico que tiene en otras religiones, aparece 582 veces en el Antiguo Testamento y es usada tanto para describir la creación, la purificación, la regeneración y el amor. Así que, definitivamente, también es importante para los cristianos y los judíos. De hecho, en los evangelios cristianos se puede leer: “El agua que yo le dé se convertirá en fuente de agua que brota para vida eterna”.
En el libro sagrado del Islam, el Corán, está escrito que el agua es donada por Dios para la creación y el mantenimiento de la vida: “Dios es el que os ha dado la tierra por lecho y el que ha construido los cielos como un edificio sobre vuestras cabezas; él es el que hace descender el agua de los cielos y el que hace germinar con ella los frutos destinados a alimentarnos”.
El agua según Peñaclara
Para nosotros el agua es comunidad, esencia y hogar. Es conexión con la naturaleza y el propio cuerpo, es el valor de la pureza natural y el lugar histórico en donde sentimos que pertenecemos en sintonía con todo lo demás.
En Peñaclara sentimos y entendemos el símbolo del agua, la respetamos para cuidarla y mantenerla pura y enriquecida con minerales para el futuro de las próximas generaciones. Investigamos sus propiedades terapéuticas y mantenemos estándares de protección por las fuentes naturales porque entendemos que el agua es lo que somos, lo que nos conecta y lo que resulta indispensable para el futuro. ¿Y para ti, qué significa el agua?
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